Inputs fuera. Smartphone en la mesa.

22 febrero, 2016

En marco del Mobile World Congress 2016 #MWC16, en COBISA, nos percatamos de que la tecnología es clave para el desarrollo social para las escuelas, trabajos y vida personal. La tecnología generalmente se crea para aliviar ciertas tareas y aumentar la productividad de cada persona y facilitar a la persona más tiempo libre para sus quehaceres. El domingo pasado, el programa 30 minuts de TV3 planteaba el tema de la dependencia tecnológica creada durante los últimos años.

Curiosamente, nos hemos preguntado que control tenemos de estas herramientas. A día de hoy, quien no ha visto un familiar que se ha levantado de la mesa, cuando se estaba comiendo en familia, para atender el teléfono o escribir un texto a velocidades ultrasónicas parando la conversación de sobremesa. Aunque en algunas ocasiones, las nuevas tecnologías han mejorado las relaciones intergeneracionales compartiendo información a través del móvil y enriqueciendo las conversaciones de sobremesa.

Así, que en COBISA nos hemos preguntado que control tenemos sobre estos inputs que recibimos: llamadas, mensajes, e-mails, avisos, alarmas, entre otras notificaciones; y si realmente, los móviles hacen aumentar nuestra productividad o disminuirla. Sumando, que las nuevas generaciones cada vez, tienen más inputs sin controlar. Significa que estas generaciones son más multitasking que las anteriores?

Si miramos algún libro de biología o consultamos con psicólogos como Nicole Lipkin, nos explican cinco razones biológicas que nos confirman que los inputs (distracciones que nos inducimos nosotros mismos) son más poderosos que los outputs (aquellas distracciones que provienen de otros) y que el cerebro es exactamente igual entre generaciones.

1. Cuando nuestro teléfono suena, el cerebro reacciona creado dopamina, que es el neurotransmisor que produce la curiosidad con una pulsación, es decir con una intención de acción. Así, que cada vez que suena una notificación en el móvil o vemos esa luz encendida que nos avisa de un mensaje, nuestro cerebro nos esta diciendo que queremos saber que ha pasado, como el insecto que va hacia la luz eléctrica. Lo que es realmente difícil de controlar. Es más, si suena una notificación en otro móvil, el cerebro del compañero, desarrolla la misma dopamina y le hace consultar su teléfono móvil, aunque no haya tenido ningún aviso.

2. Permitir este estímulo sin prioridades. La importancia de cada notificación, es decirle a nuestro cerebro que cualquier notificación debe ser vista y nos premiamos con ello. El equivalente, seria comparar dar un refuerzo positivo a nuestra mascota con una chuchería por hacer una acción como sentarse. Nuestro cerebro cada vez que acepta una notificación, afirma que es correcto hacerlo en cualquier contexto, creando un hábito gratificante.

3. Cuando vemos las notificaciones en pantalla y no podemos mirar la pantalla, descubrimos otro ámbito de nuestra biología. No sabemos que nos han dicho, pero podemos imaginarlo. Lo que supone una des-conexión del entorno laboral, escolar o familiar. Se podría comparar a la sensación de estar enamorado/a y no poder dejar de pensar en esa persona, evadiéndote de toda realidad, en definitiva distraerse.

4. Una cuarta reacción es la de tener nuevos estímulos, como por ejemplo estar más pendiente de la información que puedes conseguir. El móvil es una herramienta poderosa y sin tener ningún tipo de notificación, te puedes a buscar otro tipo de estímulos. Por ejemplo, no saber de una persona en unas horas y poder buscarla en el teléfono e iniciar una conversación. Seria ser un cotilla 2.0. creando una dependencia que antes no teníamos.

5. Por último, la sensación dolor y placer que nos comporta mirar el teléfono.  Esto sucede, cuando realizas tareas mecánicas que provocan cierto «dolor» o más bien aburrimiento y cuando cogemos el teléfono es un refuerzo positivo o alivio y también, de distracción no controlada.  Es la última de las razones, por las cuáles hemos aceptado la tecnología smartphone sin quererlo en nuestros hábitos diarios, interrumpiendo algunas de las actividades del día, bajando nuestra productividad.

¿Cómo se puede combatir esta realidad biológica?

¡Debemos tener un plan!

Las distracciones más comunes en España son: Facebook, Whatsapp, E-mail y notificaciones de compras online, según los últimos estudios de comportamiento con smartphone.

Si tenemos activados todas las notificaciones, no priorizamos nada y por lo tanto nuestra productividad baja en picado. Debemos ser conscientes de todos los servicios que tenemos activados en nuestros dispositivos móviles, tabletas y ordenadores. De este modo, sabremos si la notificación es importante o no.

En COBISA proponemos este INPUT PLAN para poder modificar/controlar nuestros hábitos frente a estas tecnologías, que deberían ayudarnos día a día y no a distraernos. Pero sobretodo, optimizar el tiempo libre.

INPUT PLAN

1. Decir a todo el mundo que solo se llame para emergencias, para el resto se puede hacer a través de e-mail o una comunicación de servicio de mensajería como Whatsapp.

2. En el lugar de trabajo, si realizas tareas de concentración, pon alguna señal visual para tus compañeros en la mesa o ponerte unos auriculares con música para evadirte de distracciones, la música no sirve para todo el mundo.

3. Apagar el móvil un día entero, para recordar como era vivir sin interrupciones. Si es importante, te localizaran de otro modo, teléfono fijo, a través de otra persona o e-mail, al final del día o a medio día puedes chequear tu correo electrónico sin necesidad del móvil, lo que no puedes, es chequear el correo electrónico más de 10 veces al día.

4.Tomar cada 90 minutos un descanso de 15-20 minutos, esta demostrado que la mayoría de personas no pueden concentrarse en la misma tarea más de 90 minutos.

5.Haz reuniones andando si el espacio es adecuado, al pasear se generan endorfinas que actúan como neurotransmisor generando en algunas personas ideas.

6.Si sois un equipo de personas en el trabajo, crear una política general de comunicaciones para todos, de este modo los inputs de trabajo se entenderán por igual.

Con este texto, intentamos contestar, que las nuevas generaciones no son más multitasking que otras generaciones, tienen el mismo cerebro que no deja ser un músculo y se crea la misma dopamina para los inputs que creamos. En todo caso, al tener una predisposición de hábito más larga que otras generaciones, tienen menos capacidad de concentración, lo que significa que es más inminente que se trabaje un INPUT PLAN.

Algunos libros, identifican las nuevas generaciones como distraction generation, la generación de la distracción. Solamente, hay un 3% de la población que es multitasking, lo que significa que el resto de personas cuando recibimos una distracción, tardamos entre unos 15 y 20 minutos volver a la tarea que se estaba haciendo.

Es importante estar al día de las tecnología y sus herramientas, pero junto a estos avances la sociedad debe prepararse para poder adaptarse y ganar calidad de vida, sin necesidad de prohibir los dispositivos móviles ya que son una herramienta de trabajo hoy en día imprescindible.

Esperamos que estos consejos les sirvan para ejercitar el cerebro, que no deja de ser un músculo y aumenten su productividad en el trabajo, en casa y en la escuela.

 

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